Cómo Jugar con nuestros niños según su edad
El juego es una herramienta
emocional valiosa que nos conecta con nosotros mismos, genera estados de
placer, diversión y tiene incluso el potencial de borrar del rostro una
tristeza y convertirla en una gran sonrisa, recuerdo haberlo usado en
diferentes ocasiones con mis hijos en momentos de enfermedad en los que debía
inventarme como darles un medicamento o subirles el ánimo; ante una situación
de temor o molestia el juego siempre ha propiciado emociones positivas y me ha
regalado los momentos más significativos con mis hijos, sin contar su potencial
como medio de aprendizaje, a través de él he podido enseñar conceptos, promover
la independencia y fortalecer las habilidades que luego usarían en su vida
cotidiana.
Pero analicemos un poco qué es el
juego. La palabra Juego proviene del
latin iocus que significa “broma”, por tanto podemos pensar que trae consigo
diversión, alegría y risas; para Parham y Fazio (2008) el Juego hace referencia
a cualquier actividad espontánea u
organizada que proporcione disfrute, entretenimiento, alegría o diversión.
A lo largo de la historia el juego ha sido estudiado y analizado desde diferentes disciplinas, agregando un valor incalculable para el desarrollo
infantil, ya sea para favorecer la inteligencia, promover la creatividad,
expresar emociones, generar vínculos, afianzar las habilidades de interacción
con pares, fortalecer el esquema corporal y en general para conocer y
comprender el mundo, siendo un aliado maravilloso para padres, docentes,
cuidadores y todos aquellos que interactuamos con los chiquitos.
Diariamente, durante mi consulta veo el inmenso potencial del juego, los
niños realmente necesitan oportunidades de juego significativo ya sea con otros
niños o con adultos que logren “soltarse” y entrar en el maravilloso mundo del
juego, donde no hay tiempo, no hay preocupaciones, no hay celulares, no hay
normas estrictas y por el contrario hay alegría, paciencia, risas, situaciones
improvisadas que llevan a aprendizajes grandiosos. Sin embargo, en varias
oportunidades los padres me han expresado su preocupación por no saber cómo
jugar con sus hijos, por dónde empezar o qué hacer de acuerdo a su edad, es por
esto que en este artículo quiero contarte un poco sobre esto.
Lo primero que debes tener en cuenta es que el tiempo de juego no debe ser un tiempo que genere angustia ni para padres ni para niños, tampoco es necesario establecer horarios y rutinas estrictas, por el contrario, cualquier momento del día puede ser propicio para jugar y por lo general los niños son especialistas en dar grandes ideas, por ejemplo, hace unos días mi hija de 7 años me dijo: mami, que tal si hacemos un spa, llenamos la tina de mi hermanito de agua, agregamos espuma, cortamos pedacitos de fomi y se los echamos, ponemos música suave e imaginamos que yo soy la clienta y tú la dueña del spa, después puedes pintarme las uñas, hacerme masajes y peinarme; en ese momento reafirmé que cuando de juego se trata los niños son especialistas en crear las mejores ideas y con un gran potencial, porque si analizamos este juego del spa podemos ver cómo puede convertirse en un gran momento de aprendizaje que involucra estímulos sensoriales, planificación y organización, habilidad manual y un sinnúmero de demandas que seguramente impactarán su desarrollo, y lo más importante, permite una gran dosis de creatividad, motivación y diversión.
De igual
manera sucede con niños más pequeños, probablemente los juegos que proponen no
son tan elaborados e involucran más acciones de movimiento; lo cierto es que en
ese momento los adultos podemos aprovechar para hacer parte de su juego y
enseñarles muchas cosas, enseñarles a comprender el mundo tomados de nuestra mano.
Revisemos un poco qué prefieren y/o necesitan jugar los niños según su edad de acuerdo a
los planteamientos del psicólogo Jean Piaget, aunque
recordando que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y esto es aún más
importante que la edad a la hora de jugar:
¿Cómo podemos jugar? Podemos utilizar objetos con sonidos y
luces, cajas para meter y sacar objetos grandes, elementos con diferentes
texturas (que no generen molestia y teniendo cuidado de no sobrecargar), jugar a esconder y aparecer, usar colchonetas y
módulos para trepar.
Lo primordial en esta etapa:
El movimiento y la exploración
que dan paso a la Acción
Juego de 2 a 6 años. Juego Simbólico y de Construcción
Durante esta etapa muestran interés por el juego de construcción de acuerdo
a su desarrollo, además, hacia los 3 años aproximadamente, predomina el juego
simbólico, el cual se caracteriza por involucrar fantasía y creatividad, es un
juego en el que los chiquitos juegan a imaginar que son policías o superhéroes, que cocinan o cuidan a su bebé, juegan a la profesora o usan la ropa de papá o mamá imaginando que ya son grandes (entre otras cosas). Este juego es muy importante para el
desarrollo ya que fomenta la organización del pensamiento y promueve la
comprensión que tiene el niño de su mundo.
¿Cómo podemos jugar? Los más chiquitos van a disfrutar
elementos como bloques, legos grandes, elementos de encaje, actividades de
movimiento. A medida que crecen, aproximadamente a partir de los 3 años es
positivo jugar a ser doctores, policías, mamás, imaginar que tenemos un restaurante
y preparar platos, disfrazarnos, entre otras; así mismo podemos mantener los
juegos de construcción con mayor demanda e involucrar en los juegos conceptos
según la edad como animales, colores, formas, números, tamaños, entre otros.
Lo primordial en esta etapa:
La Acción que abre camino
a la imaginación
Juego de 6 a 12 años. Juego Reglado y de Construcción
¿Cómo podemos jugar? En esta etapa los niños disfrutan juegos
como legos, juegos de mesa, acciones que reten su cuerpo y su inteligencia, hacer
experimentos, crear diseños, juegos de
estrategia, deportes en equipo, acciones más refinadas.
Lo primordial en esta etapa:
Reto y Refinamiento
Finalmente, en todo juego debemos tener en cuenta ciertos aspectos que deben
existir al momento de jugar (Neumann, 1971):
Motivación Intrínseca: El juego, parte de la motivación del niño, puede ser propuesta por el
adulto, pero hay algo en el juego que definitivamente hace que el niño se
mantenga, se comprometa con el juego y quiera más y más, vemos en su cara una combinación de alegría y esfuerzo.
Control Interno: El
niño siente que puede controlar la situación de juego, se siente seguro ya que
percibe que las demandas son acordes a sus habilidades, esto es muy importante
ya que no solo facilita la situación de juego con nuestros hijos sino que
además propicia emociones positivas frente a sí mismos y a sus habilidades.
Suspensión de la Realidad: Los niños realmente se involucran en el juego, sienten que pueden
transformarse tanto ellos mismos como los elementos del juego, la fantasía juega un
papel importante, no es lo mismo “lanzar pelotas a un envase” a “salvar los
tesoros y esconderlos en la cueva de los superhéroes”, aunque la actividad de juego sea
la mismo e involucre los mismos materiales.
Déjame tus comentarios, me encantará leerte!









